2 De Abril: Día Mundial de concienciación sobre el Autismo
Hola Meninos y Meninas:
Este pasado 2 de abril, se ha conmemorado el Día Mundial de Concienciación sobe el Autismo, designado por Naciones Unidas, mediante Resolución de la Asamblea General, de 18 de diciembre de 2007. (Naciones Unidas, 2008).
Por ello desde aquí quiero contribuir a visibilizar la realidad y necesidades de las personas que sufren TEA (Trastorno del Espectro del Autismo).
El TEA es un trastorno de origen neurobiológico que afecta a la configuración del sistema nervioso y al funcionamiento cerebral, dando lugar a dificultades en dos áreas principalmente: la comunicación e interacción social, y la flexibilidad del pensamiento y de la conducta. Se estima que en España sufren este trastorno unas 470.000 personas. (Federación Española de Autismo, 2021).
En la actualidad no está determinada la causa que explique la aparición del TEA, pero si la fuerte implicación genética en su origen.
El TEA no lleva asociado ningún rasgo físico diferenciador. Solo se manifiesta a nivel de las competencias cognitivas de la persona y del comportamiento.
Acompaña a la persona a lo largo de toda su vida, aunque sus manifestaciones y necesidades cambian en función de las distintas etapas del desarrollo y de las experiencias adquiridas.
No hay dos personas con TEA iguales, dependerá de su propio desarrollo personal y de los apoyos que pueda tener, así como si presenta o no discapacidad intelectual asociada y también de su nivel de desarrollo del lenguaje. Sin embargo, todas ellas comparten características en lo que se refiere a la comunicación e interacción social y la flexibilidad de comportamiento y de pensamiento.
Las dificultades de comunicación que presentan se manifiestan tanto a nivel de comprensión como de expresión. Las personas con TEA pueden tener dificultades para relacionarse con los demás, comprender el entorno y desenvolverse en determinadas situaciones sociales.
Además, pueden tener problemas para responder, de manera flexible, a las demandas de los diferentes contextos y ajustar su forma de pensar y de comportarse. Por ello, adaptarse a cambios o situaciones imprevistas les puede suponer un gran esfuerzo, malestar, angustia o ansiedad. Se manifiestan con insistencia en que las cosas sucedan siempre de la misma manera, con patrones de comportamiento rígido y repetitivo (repetir palabras o frases una y otra vez, exactamente de la misma manera).
Pueden presentar alteraciones en el procesamiento de los estímulos sensoriales, que se manifiesta en malestar intenso ante determinados sonidos, olores, luces, sabores o texturas; interés inusual en aspectos sensoriales del entorno como insistencia en oler o tocar determinadas cosas; fascinación por luces, objetos brillantes o que giran, o indiferencia aparente al dolor o a la temperatura.
A las personas con TEA se le asocian una serie de capacidades como meticulosidad, curiosidad por temas muy específicos, conocimiento especializado sobre temas de su interés, sinceridad, honestidad, respeto y cumplimiento de las reglas establecidas, atención por los detalles, buena adaptación y seguimiento de las rutinas, buenas competencias en tareas mecánicas y repetitivas, tendencia a ser muy lógicas, capacidad para escuchar sin prejuicios.
Aunque cada niño/a es diferente a los demás, existen una serie de patrones comunes en el desarrollo infantil que sirven de referencia a la hora de identificar posibles señales de alerta para la detección del TEA. Se relacionan fundamentalmente con la adquisición de una serie de habilidades esperadas en torno a los 12, 18 y 24 meses de edad.
A día de hoy, no es posible diagnosticar el TEA a través de la presencia de marcadores biológicos, sino que se precisa de una valoración especializada basada en la conducta observable, realizada por un equipo multidisciplinar de profesionales con formación específica en TEA, como psicólogos/as, médicos/as, logopedas, psicomotricistas, etc.
Un diagnóstico precoz es clave para acceder cuanto antes a una atención temprana específica y especializada; esencial para favorecer el desarrollo y la calidad de vida de los niños/as con autismo y el bienestar emocional de las familias.
Las personas con TEA tienen una serie de necesidades específicas en las distintas etapas educativas. Es imprescindible flexibilizar e innovar en la oferta educativa existente, de manera que, ésta, responda y se ajuste a las necesidades individuales de cada persona con TEA, y maximice el éxito educativo, el desarrollo personal y la inclusión social. Cobran especial importancia los programas de capacitación profesional, basados en modelos de formación dual, que faciliten la formación que proporcione una cualificación técnica y las competencias necesarias para afrontar la vida adulta, y desempeñar un puesto de trabajo mediante prácticas en entornos laborales reales.
Las familias necesitarán un programa individual para el tratamiento de los hijos/as en el hogar, que incluya asesoramiento regular por parte de profesionales cualificados.
Es imprescindible que, desde las aulas, se fomente y transmita el respeto a la diversidad y concienciar de que "todos somos diferentes", para la prevención de las situaciones de abuso y acoso en el contexto educativo.
Os dejo por aquí el enlace de algunas asociaciones que se encuentran en Cáceres y en nuestra comunidad:
Imagen: Pixabay
Webgrafía:
http://undocs.org/es/A/RES/62/139
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